Ficha técnica:
- Dificultad: AD+ (85º/III+)
- Zona: Parque natural Posets-Maladeta (Sobrarbe)
- Acceso: Desde el refugio de Biadós. Se llega desde el valle de Chistau pasando por San Juan de Plan.
- Longitud: 250 m
- Orientación: Noroeste
- 1a ascensión: Jean Arlaud, Raymond d'Espouy y André Monégier en el 5 de setiembre de 1927
- Material usado: Dos piolets técnicos, grampones técnicos, esquís, un tornillo de hielo de 13 cm i fisureros
- Equipamiento: Un clavo en el segundo resalte
- Desnivel total: 1.600 metros
- Horarios aproximados: 45 minutos hasta la cabaña de La Basa, 4 horas largas hasta el pie de via (dependiendo del estado de la nieve), 1 hora i media de corredor y 1 hora y media de descenso (dependiendo del estado de la nieve)
- Época aconsejable: De diciembre a junio
La historia:
Hacia tiempo que Pere y yo hablábamos de hacer esta vía pero ya fuese por condiciones de la nieve, por tiempo o por tener otras preferencias, siempre lo íbamos posponiendo.
Pero este fin de semana tras recibir informaciones sobre el buen estado de la goulotte Quintana, situada en una zona con características similares a la que nos ocupa, y aprovechando que por fin me he hecho con unos esquís de montaña, decidimos lanzarnos de cabeza a hacerla.
Salimos tarde de Barcelona, esta vez solo nos proponemos una actividad así que quedamos a las 13 de un sábado sabiendo que nos veremos obligados a hacer la aproximación sin luz como viene siendo costumbre des de hace unos años. Llegamos a las siete a las inmediaciones de Biadós y aparcamos a un kilómetro del aparcamiento, pues los últimos metros de pista se encuentran llenos de hielo.
Desde el aparcamiento seguimos el camino del GR11 en dirección Este caminando entre las bordas hasta el primer desvío a derechas, indicado por un cartel que nos marca el Posets. A escasos metros cruzamos un puente que nos dirige a una verja poco práctica para los que subimos con grandes mochilas (sobretodo teniendo en cuenta los esquís y el aislante). Desde aquí tomaremos la pista forestal que se dirige al norte y la seguimos hasta llegar a su final. Nos dirigiremos en ese punto hacia la derecha y después de remontar una pequeña subida encontramos la cabaña de Basa. Aquí es donde pasaremos nuestra noche.
El domingo nos despertamos a las 4 y tras fundir un poco de nieve y desayunar un poco nos calzamos los esquís y empezamos la subida a través del bosque por hielo dentro de la huella y polvo por fuera. Pronto nos plantaremos ante la primera pala, que remontaremos aun sin luz hasta llegar a un nuevo plano. Desde este punto deberemos bajar unos metros hasta llegar al barranco del Clot, que atravesaremos esquís en mano. A partir de aquí nos ponemos las cuchillas y empezamos a remontar una serie de rampas de nieve helada que parecen no terminar nunca. A cada metro la nieve parece mas dura y mientras nos acercamos nos vamos haciendo a la idea de que la bajada no será tan disfrutona como hace un par de semanas cuando estrenamos temporada con la Maladeta.
Llegamos al glaciar de Llardana sobre las 10 de la mañana y tras foquear hasta la base del corredor y observar las distintas lineas perfectas que se ven desde este circo nos ponemos los crampones, llenamos los arneses y nos encordamos.
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Vista del cono de deyección de la canal que recorre la vía Jean Arlaud y de la atractiva cascada del Posets... algun dia... |
Salgo de primero mientras Pere se acaba de preparar. Los primeros metros se hacen rápido pero pronto el grado de transformación de la nieve se reduce. El primer resalte esta parcialmente tapado y al tratarse de un tramo de sesenta grados decido seguir al ensamble. El segundo resalte lo encuentro a los pocos minutos claramente muy justo de hielo así que aviso a Pere para que esté atento. Chapo un pitón situado a la derecha a un par de metros sobre el suelo y me embarco por un muro de hielo muy duro y estalladizo que pronto abandonaré para dirigirme a la izquierda y progresar en mixto por una corta placa tumbada. A unos veinte metros a mano izquierda aparece una fisura perfecta en la que decido montar reunión con tres fisureros en linea para asegurar a mi compañero.
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Pere saliendo del segundo resalte |
Una vez supera el segundo resalte, sigo en dirección al siguiente. En un inicio parece mas fácil que el primero, pero una vez allí se hace evidente que no. Se tratan de 15 metros de hielo bastante vertical en el que cuesta de entrar el piolet pero que se puede proteger a discreción. pongo un tornillo de 13 cm al inicio y sigo hasta salir por arriba.
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Pere superando los últimos metros del tercer resalte |
A unos diez metros a mano derecha otra fisura y de nuevo reunión con fisureros. Desde aquí salgo de nuevo al ensamble. Ya solo queda un resalte fácil que aunque se puede evitar por la izquierda decido forzar por terreno mixto por la derecha para disfrutar los últimos metros. Nieve y mas nieve y llegamos al collado Jean Arlaud.
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Pere llegando al collado Jean Arlaud |
Nos desencordamos, guardamos el material y seguimos remontando la ultima pala de nieve que nos lleva a la cima. Tercera visita a este privilegiado mirador del pirineo, aunque esta vez se nos ha hecho muy tarde y ni siquiera paramos en la cima.
Iniciamos el descenso recorriendo la afilada arista que se dirige hacia el norte hasta que accedemos a la primera pala nevada. Nos calzamos los esquís e iniciamos el largo descenso que, aunque divertido se hace muy duro con tanto peso en la mochila y tantas horas de actividad encima. Llegamos con las ultimas luces a la cabaña y tras recoger el material seguimos hacia la furgoneta.
Aún tratándose de una actividad larga y dura, sobretodo con nieve helada en la aproximación, la ascensión al Posets por esta vía y el posterior descenso por la normal de Biadós esquiando por las interminables palas de Mardaneras es una actividad muy recomendable.