Ficha técnica:
- Dificultad: D+ (80º/IV)
- Zona: Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido (Sobrarbe/Luz-Saint-Sauveur)
- Acceso: Desde San Nicolás de Bujaruelo por el puerto de Bujaruelo o desde Gavarnie por col des Tentes.
- Longitud: 300 metros
- Orientación: Oeste
- 1a ascensión: Joan Quintana en marzo de 1984 en solitario.
- Material usado: Dos piolets técnicos, crampones técnicos, cuatro tornillos variados, juego de fisureros, un pitón en V, y friends medianos.
- Equipamiento: Un pitón en el resalte mixto. Reuniones equipadas con pitones y cordinos de kevlar.
- Desnivel total: 1750 metros
- Horarios aproximados: 2 horas hasta la cabaña de eléctricas, 4 horas más hasta el pie de vía, 3 horas de vía y 2 horas y media para el descenso hasta eléctricas. De aquí, 45 minutos hasta San Nicolás de Bujaruelo
- Época aconsejable: De finales de diciembre a finales de abril.
La historia:
Esta vez toca salir con Adrià y Adán. Ninguno de los dos ha escalado nunca en hielo ni ha hecho nada de alpinismo técnico pero los dos tienen un buen nivel de roca y conocimientos suficientes como para gestionar cualquier contratiempo. Así pues, decidimos ir a hacer una vía de dificultad y una de las que mas me han gustado y que menos me molesta repetir: la Goulotte Quintana.
La Quintana al Taillón se trata de una vía que combina la escalada en hielo vertical y mantenida en el primer tramo con la escalada mixta de baja dificultad del final del corredor. Las amplias posibilidades de protección que ofrece y la presencia de reuniones ya montadas junto con la gran calidad del recorrido, hace de esta vía una de las mas concurridas de la cara oeste del Taillón i quizás una de las vías de D+ más clásicas del Pirineo.
Así pues, empezamos a organizarnos, Adán va a usar mi material y Adrià va a alquilarlo en su centro excursionista. Eso va a suponer que Adrià escale con crampones clásicos con poco agarre en hielo y Adán con unos piolets un poco mas ligeros de lo recomendable que van a necesitar de mas fuerza para entrar en el hielo.
Salimos de Barcelona el primer día del año al mediodía y, después de parar en Terrassa para recoger a Adán ponemos rumbo a Torla. Es un viaje largo, 350km del tirón, así que llegamos a San Nicolás de Bujaruelo cuando el sol ya esta desapareciendo y el frío empieza a dejarse notar. Repartimos el material y la comida y acabamos de preparar los pianos de cola que vamos a cargar a nuestras espaldas cuando la luz desaparece del todo.
A las 18 emprendemos nuestro pequeño viaje a la cabaña de eléctricas. El recorrido empieza en un característico puente de piedra y pronto nos aboca a una subida moderada que, zigzagueando por dentro del bosque, va siguiendo la línea eléctrica. El camino se encuentra libre de nieve, pero lleno de hielo. La ausencia de precipitaciones durante las ultimas semanas ha hecho que todo el manto acumulado a principio de temporada haya desaparecido por completo en las caras sur y en las cotas bajas. Al mismo tiempo, el anti-ciclón ha transformado completamente la mayoría de la nieve restante dejando un agradable re-hielo que nos va a facilitar la aproximación hasta la cabaña.
De camino nos encontramos a unos chicos que dicen venir de la cara norte y nos hablan de muy malas condiciones y de falta de transformación en la nieve de los corredores. Evidentemente las temperaturas tan bajas han impedido que la nieve se transforme en las caras no irradiadas por la luz solar. No obstante nos comentan que la aproximación está bastante bien y que se hace bastante rápido.
Seguimos hasta llegar a eléctricas y allí nos encontramos con un compañero que pasará la noche con nosotros. Como no queremos molestar mucho nos ponemos en la habitación más exterior. Hervimos agua y pasamos a preparar la cena. Esta vez tocan liofilizados, una nueva experiencia tanto para Adán como para Adrià.
A las diez nos metemos en el saco y ponemos el despertador a las 4:30, mañana toca jornada dura.
 |
En amarillo el recorrido de ascenso a la cabaña de eléctricas |
El mobil empieza a vibrar a las 4:30 y poco a poco vamos poniéndonos en marcha. Adán, que no llevaba un saco tan potente como Adrià y yo, ha pasado mala noche así que le tapamos con nuestros sacos y le dejamos descansar un poco más. Mientras, nosotros, nos disponemos a preparar el desayuno, a organizar las mochilas y el material para la ascensión y a recoger un poco la habitación.
Finalmente acabamos saliendo casi a las seis y poco a poco nos vamos poniendo en marcha. La falta de nieve ha dejado al descubierto el barranco que baja del ibón de Lapazosa así que podremos ahorrarnos el tener que fundir.
En una hora llegamos al puerto de Bujaruelo y el sol empieza a clarear a lo lejos. El viento aumenta su fuerza y nosotros nos dirigimos ahora hacia el sureste remontando poco a poco las pendientes de nieve que nos llevan al pie del glacier des Gabiétous. En una hora más llegamos al pie de un resalte helado que, aun pudiendo ser evitado por la izquierda, decido escalar al ensamble para que Adriá y Adán empiecen a tener un primer contacto con el medio. Monto una reunión a la salida y los aseguro. Los dos llegan con las manos entumecidas y pronto empiezan a retorcerse de dolor. Cuando mejoran seguimos subiendo hasta llegar a la llanura del glaciar.
 |
Adrià y Adán en Glacier des Gabiétous |
Recogemos un poco de cuerda en bucles y nos dirigimos ahora al resalte de mixto situado al otro extremo del glaciar y que nos lleva al pie de la característica muralla desplomada que se encuentra debajo de la vía. De mientras observamos como una cordada empieza a subir por la central de la Oeste del Taillón. Las condiciones se ven ideales, pero hoy toca la Quintana, quizás otro día.
 |
Acceso a pie de vía desde Glacier des Gabiétous |
Progresamos por nieve muy dura hasta llegar al pie del primer resalte que aunque puede hacerse al ensamble decido equipar para facilitárselo a los compañeros. Pongo un camalot del 0'3 en la roca de la derecha para darles seguridad (R0) y me pongo al lío. Se trata de un pequeño resalte de 5 metros a unos 75° seguido de una campa de nieve de unos 40 metros a 50°/55°. No veo la necesidad de poner ningún seguro así que me dirijo rápidamente a la reunión (R1). Equipada con dos pitones y un cordino de kevlar. Recojo a los compañeros que suben de nuevo con las manos congeladas pero contentos de empezar por fin la vía.
 |
Adán terminando el primer largo |
 |
Adrià terminando el primer largo |
El segundo largo es el mas bonito de la vía. Se trata de una cascada de hielo relativamente mantenida con un par de campas de nieve intermedias. El largo son 60 metros de puro disfrute con inclinaciones de hasta 80° en hielo muy bueno. Tras colocar tres tornillos y un fisurero, me dirijo donde creía recordar que estaba la segunda reunión, a la mitad del último resalte. Como no la encuentro por ningún sitio decido bajar al pie de dicho resalte y montarla con un tornillo de hielo, un pitón en V y dos friends (R2). Una reunión a prueba de bombas que finalmente no usará ninguno de los dos. Que cracks! Han encadenado su primer largo de hielo serio.
 |
Adán terminando el segundo largo |
 |
Adrià terminando el segundo largo |
Tras felicitarlos debidamente recojo los friends de la reunión y me dispongo a superar el último cacho de la cascada, un resalte de 15 metros a 70°. De nuevo una campa de nieve que remonto hasta llegar a una roca perfecta para asegurar. Monto reunión para que pasen el resalte y cuando han salido sigo para arriba por terreno fácil y evidente con pendientes de 50°/55° al ensamble chapando una nueva reunión (R3) situada en la parte superior de la campa de nieve, a la izquierda, equipada con un spit y un pitón. Me la salto y sigo hasta el siguiente resalte de mixto, que protejo con un tornillo pequeño. Se trata de una pequeña cascada que se eleva 10 metros con una pendiente máxima de 75°. Tras este resalte, unos metros mas de nieve y monto reunión en una terraza a mano izquierda equipada con dos pitones y un maillon (R4).
Recojo a los compañeros de nuevo y salgo a por el último resalto de mixto. Se trata de un par de pasos fáciles sobre roca muy descompuesta distribuïdos en 10 metros y que se encuentran equipados con un pitón el primero y con un alien abandonado el segundo. Intento sacar el alien a ver si hay suerte pero nada, ni con el saca fisureros se puede así que seguimos, nueva campa de nieve y tras 20 metros aparece un pitón plano a mano izquierda. refuerzo con un camalot del 1 y uno del 0,3 y REUNIÓN!! (R5). De nuevo sale Adán sin ningún problema y luego Adrià que se entretiene con el alien sin suerte. una vez llegan a la reunión les digo que sigan subiendo hasta la cornisa por terreno fácil, una rampa de nieve de unos 40 metros a 50º de inclinación que nos llevan hasta la arista cimera del Taillón. Desmonto la última reunión y salgo.
Todos estamos muy contentos, yo por repetir una vía tan bonita como la Quintana y los dos cracks por haber superado sin problemas su primer vía alpina en hielo y mixto. Desde la arista nos dirigimos hacia el noreste y tras unos cien metros llegamos a la cumbre del Taillón (3.147 msnm). En el camino nos encontramos al grupo que estaba haciendo la central y para mi sorpresa resulta que conozco a una de ellas, Amaia.
 |
La cordada del maíz en la cima del Taillón, FELICIDADES CAMPEONES!!! |
El descenso lo realizamos por el cuello de Gabieto, no sin antes parar a unos cincuenta metros de la cima a comer y beber algo.
Seguimos la arista en dirección suroeste al principio y sur después hasta ver un acceso a la pala suroeste, que cruzaremos en ligero descenso en dirección al cuello entre el Gabieto Norte y el Taillón. Se trata de un flanqueo por nieve y, en ocasiones, roca suelta, bastante expuesto y que requerirá de nuestra concentración. Caer no es una opción así que progresamos lentamente pero con seguridad.
Una vez en el collado bajamos por debajo de la muralla rocosa que antes sustentaba los seracs del glaciar. Mas flanqueo en descenso muy expuesto y pronto llegamos al pie de vía. Des de este punto solo tendremos que llegar al tramo de mixto y montar un rápel hasta el glaciar.
 |
Recorrido de ascenso y de descenso |
Recogemos cuerdas mientras desaparece el sol y salen las estrellas y empezamos a deshacer el camino hecho por la mañana. A las 7 y media llegamos de nuevo a la cabaña, toca descansar bien, mañana nos espera un largo viaje.